Características de la reestructuración empresarial
La crisis sanitaria del coronavirus ha tenido un impacto significativo sobre la economía. Empresas de todos los sectores de actividad se han visto en riesgo de poder cumplir con los pagos comprometidos o, por diversas razones, han requerido de una inyección de liquidez para mantenerse a flote. En esta difícil coyuntura, la refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial se plantea como una opción indispensable para aportar aire a las compañías.
A principios de abril de 2021, la Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS), el organismo responsable de la supervisión del sistema financiero de la Unión Europea (UE) y de la prevención y mitigación del riesgo sistémico, publicaba un informe en el que señalaba que la principal fuente de riesgo para la UE tiene su origen en el impacto de la pandemia sobre la actividad económica y en un posible desbordamiento del sistema financiero.
En ese sentido, conminaba a los Estados miembro a apoyar a las empresas y facilitar procesos de reestructuración empresarial de la deuda de las empresas viables, pero sobre endeudadas, dado que según este organismo la reestructuración empresarial será una medida de enorme utilidad para reducir el impacto del coronavirus (COVID-19) y lograr la estabilidad financiera de la UE. España incluyó en el paquete de ayudas aprobado en marzo por el Gobierno una nueva línea de 3.000 millones de euros para la reestructuración de la deuda financiera de empresa
En este artículo analizamos las características principales de un plan de refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial, cómo y cuándo debería ponerse en marcha y, sobre todo, principales ventajas de impulsarlo.
Reestructuración de deuda empresarial de empresas con problemas
La figura responsable en cualquier compañía de velar por mantener una liquidez que permita afrontar los pagos previstos y garantice la solvencia de la empresa es la del director/a financiero/a. En consecuencia, será esta persona la que detectará cuándo es preciso optar por una refinanciación o reestructuración de la deuda empresarial.
Esta medida consiste básicamente en negociar la firma de nuevos contratos de préstamos bancarios u otros instrumentos de financiación, logrando mejores condiciones que en los que ya tenga vigentes la compañía.
A través de la firma de esos nuevos préstamos, la compañía puede saldar otros con peores condiciones, consolidar deudas anteriores o, sencillamente, unificar las deudas para poder hacer frente a un único pago mensual, aunque ello suponga prolongar el plazo de vencimiento de la deuda. Entre los aspectos que regula un plan de reestructuración empresarial se cuentan las quitas, la capitalización de la deuda, los vencimientos, la entrada de liquidez o las deudas con garantía real.
¿Qué es una reestructuración financiera?
Reestructurar la deuda es negociar la modificación del contrato de préstamo u otro instrumento de financiación existente, a fin de prolongar la fecha de vencimiento para el pago del principal, modificar la periodicidad del pago u otras condiciones financieras. Normalmente se acude a esta solución cuando la situación financiera impide cumplir con los términos de la financiación vigente.
La reestructuración de la deuda empresarial es una estrategia win-win. A las entidades bancarias o entidades prestamistas les permite recuperar su inversión sin tener que hacer frente a procesos legales (y evitar sus costas) y a las compañías les permite afrontar préstamos morosos con mayor solvencia y, sobre todo, sin tener que bajar la persiana.
Características de un buen plan de reestructuración de la deuda empresarial
Dotar a la empresa de solvencia y liquidez con el fin de asegurar la viabilidad de la empresa. Ese es el objetivo primordial de la puesta en marcha de un plan de reestructuración de deudas de empresas en dificultades, evitar que las deudas se traduzcan en un cese de la actividad empresarial. Para lograr que nuestro plan se adecúe a los intereses de la empresa y garantice su supervivencia es preciso que reúna una serie de requisitos:
- Buena planificación. La planificación es indispensable a la hora de impulsar una reestructuración de deuda empresarial. Dicho plan debe contener un análisis pormenorizado de la situación de la empresa, información para calcular las opciones de pago barajadas y estrategias para afrontar la deuda a través de los diferentes instrumentos financieros existentes.
- Análisis estratégico. Cualquier plan de reestructuración de la deuda de empresas con problemas debe partir de un análisis detallado de la situación presente de la empresa.
- Horizonte claro. Además del análisis de situación, es importante que la empresa y los asesores puedan concretar en un informe tanto las necesidades como los objetivos de la compañía para poder trazar la hoja de ruta que permita aproximarse a ellos.
- Asesoramiento fiscal y legal. En un proceso de esta envergadura es fundamental contar con un buen asesoramiento fiscal y legal, que permita analizar no solo el impacto fiscal de las diferentes medidas adoptadas, sino también las consecuencias jurídicas y laborales que se deriven del plan.
- Rapidez en la ejecución. Las empresas que se hallan en una situación propicia para la reestructuración de la deuda hipotecaria empresarial precisan de una solución rápida que impida hacer más profundas las dificultades que atraviesa.
Ejemplo de plan de reestructuración financiera
Paso 1: Diagnóstico Financiero
Antes de emprender cualquier acción, es vital tener una comprensión clara de la situación financiera actual de la empresa. Esto implica:
- Revisar los estados financieros, como el balance general, la cuenta de resultados y el flujo de efectivo.
- Examinar indicadores clave, tales como la liquidez, el nivel de endeudamiento y la rentabilidad. Esta etapa servirá como punto de referencia para medir el progreso y el éxito de las estrategias implementadas.
Paso 2: Establecimiento de Objetivos
Una vez entendida la situación actual, es esencial definir metas claras y alcanzables. Esto podría incluir:
- Reducir el endeudamiento a un nivel sostenible.
- Aumentar la liquidez para garantizar que la empresa pueda cubrir sus obligaciones a corto plazo.
- Mejorar la rentabilidad a través de la optimización de operaciones y la reducción de costos.
Paso 3: Diseño de Estrategias
Refinanciamiento de la Deuda
Una de las formas de aliviar la presión financiera es renegociar las condiciones de la deuda existente. Esto puede implicar:
- Conversaciones con acreedores para extender los plazos de pago.
- La búsqueda de tasas de interés más bajas.
- Consolidar múltiples deudas en una sola, lo que podría simplificar el servicio de la deuda.
Optimización de Activos
Los activos son recursos valiosos y deben ser utilizados eficientemente. Para optimizarlos:
- Realizar un análisis exhaustivo para identificar activos esenciales versus no esenciales.
- Considerar vender activos no esenciales o subutilizados, liberando capital que puede ser usado para reducir deuda o reinvertir en el negocio.
- Investigar otras formas de financiamiento, como el leasing, que podría liberar efectivo sin sacrificar activos críticos.
Reducción de Costes
La eficiencia operativa es clave para la rentabilidad. Para reducir costes:
- Revisar y optimizar procesos internos.
- Renegociar contratos con proveedores en busca de términos más favorables.
- Considerar la posibilidad de externalizar o automatizar algunas funciones para ganar eficiencia.
Paso 4: Implementación y Monitorización
Una vez que las estrategias están en su lugar:
- Implementarlas siguiendo un plan detallado.
- Establecer métricas y KPIs para monitorizar el progreso y asegurarse de que la empresa está avanzando hacia sus objetivos.
Paso 5: Comunicación
Mantener a todas las partes interesadas informadas es esencial:
- Comunicar los cambios y avances en la reestructuración a empleados, accionistas, acreedores y otros stakeholders relevantes.
- Esta transparencia puede generar confianza y ayudar a aliviar posibles preocupaciones.
Paso 6: Revisión y Ajuste
La reestructuración financiera no es un proceso estático:
- Revisar regularmente el progreso en relación con los objetivos establecidos.
- Ajustar las estrategias según sea necesario en respuesta a los cambios en el entorno empresarial o en la situación financiera de la empresa.
Cuándo y cómo impulsar una reestructuración de la deuda
El contexto actual, con empresas sobreendeudadas, es absolutamente paradigmático de en qué momento es aconsejable plantearse una refinanciación y reestructuración de la deuda empresarial.
Desde marzo de 2020 la pandemia del coronavirus ha sido un azote para empresas de muchos sectores de actividad que, como consecuencia de la paralización o reducción de su actividad por las medidas adoptadas para paliar la crisis sanitaria, no solo sufrieron una caída muy significativa de los ingresos, sino que agotaron las reservas de tesorería. El resultado final es que muchas de ellas tienen serias dificultades para renovar deudas que vencen.
En Martin & Asociados contamos con una larga trayectoria asesorando a empresa que se hallan en una situación propicia para la reestructuración de la deuda hipotecaria empresarial. Diseñamos planes de reestructuración económica y las asesoramos para que puedan tomar las decisiones más óptimas con el fin último de que puedan reestructurar su negocio financiera u operativamente. Nuestro asesoramiento engloba aspectos legales, fiscales, financieros y laborales.
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